HISTORIA DE TOKIO HOTEL
BY: ARITNE CASTAÑÓN KAULIZ
CAPITULO 1
Eran las dos de la mañana había estado lloviendo durante todo el día, estaba tan deprimida, había sido la peor semana de mi vida mis mejores amigos habían muerto en un accidente de auto y mi novio había roto conmigo, lo peor de todo era que estaba de vacaciones a kilómetros de casa y no odia estar con ellos, iba caminando con Marie una amiga que conocí en el avión, hacia una gasolinera cercana para comprar cigarrillos, al entrar a la tienda pude ver que al fondo de ella estaba un grupo de cuatro chicos riendo a carcajadas y traían unos atuendos raros, la verdad no me interese mucho por ellos así que compre mi cajetilla y salímos del lugar. Afuera hacia un frio tremendo la lluvia se había convertido en copos de nieve y empecé a temblar mientras caminábamos comenzamos a fumar uno a uno los cigarrillos.
Dos cuadras mas allá aquellos chicos de la gasolinera estaban en un coche y pararon justo al lado del camino y nos preguntaron si queríamos que nos lleven hasta casa, asentí con la cabeza la verdad no tenía fuerzas para abrir la boca y no me importaba quienes eran o si tenían o no buenas intenciones, Marie se asusto y agarro fuerte mi brazo, pero subió al coche tras mio.
Ya de camino a casa uno de ellos me pregunto ”perdón pero ¿qué es lo que tienes?”, su voz era tan dulce era como si la paz hubiese vuelto a mí, me dio tanta seguridad que le conté que había pasado conmigo y lo mal que me sentía, no pude evitarlo y me eche a llorar, el muchacho que estaba alado mío me abrazo después de que me calme y seque mis lagrimas ya habíamos llegado al lugar donde estaba hospedada, al bajar del coche el chico que estaba a mi lado me dio su número y me dijo que si necesitara algo por favor lo llamara. Marie agradeció por ambas y entramos juntas al hotel.
Me pase la noche pensando en quienes eran esos muchachos, me sentía tan tonta al no saber ni siquiera el nombre de alguno, ellos se habían portado tan bien conmigo así que saque el papel de mi bolsillo y le envié un mensaje de agradecimiento, la verdad no esperaba una respuesta, pero lo hizo, el mensaje decía: “no es nada, recuerda que todo en la vida tiene solución y si necesitas algo búscanos, Gus”, me encanto recibir ese mensaje me lleno de mucha paz y lo mejor, ya sabía el nombre de uno de ellos.
BY: ARITNE CASTAÑÓN KAULIZ
CAPITULO 1
Eran las dos de la mañana había estado lloviendo durante todo el día, estaba tan deprimida, había sido la peor semana de mi vida mis mejores amigos habían muerto en un accidente de auto y mi novio había roto conmigo, lo peor de todo era que estaba de vacaciones a kilómetros de casa y no odia estar con ellos, iba caminando con Marie una amiga que conocí en el avión, hacia una gasolinera cercana para comprar cigarrillos, al entrar a la tienda pude ver que al fondo de ella estaba un grupo de cuatro chicos riendo a carcajadas y traían unos atuendos raros, la verdad no me interese mucho por ellos así que compre mi cajetilla y salímos del lugar. Afuera hacia un frio tremendo la lluvia se había convertido en copos de nieve y empecé a temblar mientras caminábamos comenzamos a fumar uno a uno los cigarrillos.
Dos cuadras mas allá aquellos chicos de la gasolinera estaban en un coche y pararon justo al lado del camino y nos preguntaron si queríamos que nos lleven hasta casa, asentí con la cabeza la verdad no tenía fuerzas para abrir la boca y no me importaba quienes eran o si tenían o no buenas intenciones, Marie se asusto y agarro fuerte mi brazo, pero subió al coche tras mio.
Ya de camino a casa uno de ellos me pregunto ”perdón pero ¿qué es lo que tienes?”, su voz era tan dulce era como si la paz hubiese vuelto a mí, me dio tanta seguridad que le conté que había pasado conmigo y lo mal que me sentía, no pude evitarlo y me eche a llorar, el muchacho que estaba alado mío me abrazo después de que me calme y seque mis lagrimas ya habíamos llegado al lugar donde estaba hospedada, al bajar del coche el chico que estaba a mi lado me dio su número y me dijo que si necesitara algo por favor lo llamara. Marie agradeció por ambas y entramos juntas al hotel.
Me pase la noche pensando en quienes eran esos muchachos, me sentía tan tonta al no saber ni siquiera el nombre de alguno, ellos se habían portado tan bien conmigo así que saque el papel de mi bolsillo y le envié un mensaje de agradecimiento, la verdad no esperaba una respuesta, pero lo hizo, el mensaje decía: “no es nada, recuerda que todo en la vida tiene solución y si necesitas algo búscanos, Gus”, me encanto recibir ese mensaje me lleno de mucha paz y lo mejor, ya sabía el nombre de uno de ellos.
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